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Sabemos

Del escritorio de Jane Hansen Hoyt...

Al inicio del año, yo siempre deseo recibir una palabra fresca del Señor para escuchar qué nos dice y hacia dónde vamos. Fue interesante que sintonicé un programa televisivo cristiano anoche. Al escuchar a la persona me pareció que lo que decía daba para pensar – estamos en la sala de espera de Dios.

Exposición, Expectativa, Elevación

Meditaba en el pensamiento de estar en la sala de espera de Dios, cuando tres palabras comenzaron a formarse dentro de mi espíritu.

La primera es EXPOSICIÓN. Habrá cosas que serán expuestas este año. En Su misericordia, Él ha esperado que la gente elija hacer lo que es correcto. Mi sensación es que Él nos da tiempo y tiempo y más tiempo, como lo harían los padres con sus hijos. Sin embargo, al rehusarnos a permitir que Sus tratos nos lleven a un lugar de arrepentimiento, como Padre misericordioso, no tiene más opción que exponer lo que está oculto. Lo hace para que podamos comenzar a tomar otras decisiones que sí se alineen con los propósitos del Cielo.

EXPECTATIVA es la segunda palabra. Quizás no estemos consumidos por la alegría como un niño antes de la Navidad, pero sí hay una profunda sensación de expectativa de que Dios está obrando y algo va a emerger. Yo siento esto particularmente con relación a dónde nos encontramos en el Tercer Gran Despertar.

Parece que ha comenzado y se está manifestando a nuestro alrededor. Trae una sensación de expectativa a muchas áreas de nuestra vida. Esperanza de un derramamiento fresco. Esperanza para la cosecha de almas. Esperanza del cumplimiento de promesas.

Y la tercera palabra es ELEVACIÓN. Creo que a medida que Él expone y limpia y ajusta nuestras expectativas, vendrá una elevación.

Creo que ya comenzó. Él es amoroso y no hay miles de personas esperando enfrente de usted. Esta palabra de elevación primordialmente incluye nuestro caminar con Él. Él nos está llevando a todos más arriba.

Hacia el final de la época navideña, hice algo que disfruto hacer –volver a algunos de mis libros viejos. Casi no puedo leer algunos de esos tesoros sin llorar. Amo uno por Hudson Taylor, quien con su esposa fue misionero en China en los 1800. Su corazón estaba en Dios. Al trabajar ellos en el campo misionero, él tuvo esta sensación de expectativa y un deseo y la realización de que necesitaba más.

En su libro La vida intercambiada*, él habla de su experiencia con “ver internamente a ese más”. Verlo lo libertó para caminar en ello. Él dice:

Maravillosa fue la experiencia que había tenido en respuesta a sus oraciones, pero tan sencilla como para desafiar la descripción. Fue exactamente como en tiempos de antaño: “¡Habiendo yo sido ciego, ahora veo!” La gloria de un nuevo amanecer le iluminaba –esa luz interna que al irradiar en el alma todo lo transforma.

Hudson estaba apercibido de que su mente había estado ocupada con muchos pensamientos...

… no tanto por lo que había leído, sino más bien porque me sentía fracasado, tenía la consciencia de que no podía alcanzar lo que tanto aspiraba; me deshacía una inquietud constante, un desvelo continuo, por encontrar la fórmula para gozar permanentemente de esa comunión bendita, a veces tan verdadera pero con más frecuencia tan visionaria, tan distante...

... ahora creo que ese desvelo, esa lucha, esa inquietud por hallar días más felices no es el verdadero camino a la santidad, felicidad ni utilidad.

Me ha impresionado un pasaje del libro [titulado Cristo es todo del escritor cristiano del siglo 19, Stephen Higginson Tyng, quien se convirtió en un concepto muy amado en la vida por Hudson Taylor] Recibir al Señor Jesús es comenzar en la santidad; desear al Señor Jesús es progresar en la santidad; reconocer al Señor Jesús como quien siempre está presente sería la santidad completa...

Luego continuó,

...Estar morando en Él, no por esfuerzo propio, ni luchando uno solo; mirándole a Él; confiando en Él para el poder necesario en el presente;... descansando en el amor de un Salvador omnipotente, en el gozo de una salvación completa que lo redime a uno ‘de todo pecado,’ esto no es nada nuevo, sin embargo para mí es algo nuevo. Siento como si me hubiera amanecido la aurora de un día glorioso.

Lo aclamo tembloroso, más con fe. Me parece que estoy a la orilla apenas, pero de un mar insondable; haber gustado apenas, pero de aquello que satisface por completo. Ahora me parece que Cristo es en verdad todo el poder, y el único poder para el servicio, la única base para un gozo inagotable.

He leído este libro muchas veces porque es una verdad que conocemos.

Al pensar en este nuevo año, siento que Él va a ir más profundo a las verdades fundamentales, no solo una palabra nueva o una verdad con la que nos quedemos entretenidos. Él dice, “Te llevaré más profundo, a eso que podrías llamar verdades antiguas o fundamentales”. Será solo cuando el fundamento sea fuerte e imperturbable, en los días venideros, que podremos pararnos firmes en el fundamento inamovible.  

Sabemos

Al leer, me he sentido guiada a 1 Juan 5:18. Las palabras SABEMOS sobresalieron. Ya solo eso dice mucho. Sabemos algo profundamente y eso ha crecido y prosperado y florecido. Es imperturbable e inamovible. 

Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el maligno no llega a tocarlo.”

El versículo 19: “Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está bajo el control del maligno.”

El siguiente versículo (20) comienza con, “También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento...” Y allí está esa frase otra vez, “...para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.”

Piense en el concepto de vida de Hudson Taylor, “Recibir al Señor Jesús es comenzar en la santidad; desear al Señor Jesús es progresar en la santidad; reconocer al Señor Jesús como quien siempre está presente sería la santidad completa.” Ese párrafo cortito encaja bien con “¡Sabemos!” Hay cosas que sabemos que hacen que seamos inamovibles.

Sin importar qué venga en los días futuros, ¡Sabemos! ¡Sabemos! ¡Qué tesoros! Esa realmente es la vida cristiana. ¡Es Cristo en mí! ¡Cristo en nosotros! ¡Él es nuestra esperanza! ¡Es nuestra fuerza! ¡Es nuestro poder! ¡Es nuestra paciencia! ¡Es nuestro gozo! ¡Es nuestro todo!

Estamos en la sala de espera de Dios

Estamos en la sala de espera de Dios ahora. Eso me consuela. Por eso es que las escrituras en 1 Juan acerca de “sabemos” me impactó. Necesitamos saber algunas cosas con certidumbre para no tambalear con las situaciones que ocurren en el mundo. Estamos en tierra firme cuando vivimos a partir de Cristo.

Un nuevo nivel de fe

Leí las notas del mensaje de la mañana del domingo por Dutch Sheets, en donde habla acerca de una atmósfera sobrenatural, mística alrededor nuestro. Vivimos en un tiempo sobrenatural en el que Dios está llamándonos a un nuevo nivel de fe ¡porque el Calvario se trata solo de la fe!

La otra noche estaba escuchando un himno antiguo, “En la cruz, lo primero vi la luz y las manchas de mi alma yo lavé; fue allí por fe yo vi a Jesús; y siempre feliz con Él seré”. Las palabras de esos viejos himnos son como cantar el mensaje del Evangelio. Los escucho y los canto y mi espíritu asciende –se eleva– en adoración. Está siendo levantado algo sobre las cosas del mundo.

Él nos llama a un nuevo nivel de fe. Que nuestra alma sea lavada del pecado se trata de fe. ¡Exposición! ¡Expectativa! ¡Elevación! Todo tiene que ver con la fe. La fe va con 1 Juan 5. Algunas cosas que sabemos son inamovibles. ¡Saber eso ES fe!

Promesas proféticas que sabemos

Estas palabras habladas sobre el ministerio son tesoros poderosos. Esté a la expectativa de sabiduría y revelación al ocupar sus lugares para un mayor entendimiento de estas verdades. Quiero recordarles algunas que nos fueron dichas desde la celebración de nuestro aniversario 50.

  • Aglow no recibe sus instrucciones del mundo, las recibimos del Reino que llevamos dentro.
  • Aglow ha recibido un nuevo manto y ha sido investido nuevamente con autoridad del Reino obteniendo supremacía aérea.
  • Aglow ha permanecido como odre fresco que avanza en sabiduría y revelación.
  • Aglow es una organización mata gigantes.
  • Aglow está entrando a una mayor unción para dar a luz los propósitos de Dios en la tierra.
  • Aglow está conformado por equipos que saben cómo responder con rapidez a las situaciones que ocurren.

Esas son algunas de cientos de promesas proféticas que nos han sido dichas. Estén expectantes de que el Espíritu Santo les de revelación que haga que vean un significado más profundo en cada promesa. ¡Claro que sabemos algunas cosas!

Oración de cierre

Señor, esperamos por este Año Nuevo sin saber plenamente qué traerá, pero sabiendo que Tú estás con nosotros en medio de todo ello. ¡SABEMOS!

Sabemos quién eres Tú. Sabemos cómo nos amas, cómo nos cubres, y provees todo lo que necesitamos. Gracias por la dependencia en la que nos mantienes. Este año te glorificaremos en todo lo que hagamos y digamos. Gracias porque nos ayudas a hacerlo, porque ese deseo viene de Tu corazón.

Estamos en Tu sala de espera. En el momento preciso, sabremos que sigue a continuación. Nos has hablado acerca de nuestro futuro. Viene un Tercer Gran Despertar y somos parte de ello. Esperamos y seguiremos al Espíritu Santo según nos guíe.

* También conocido como La vida canjeada

Jane Hansen Hoyt
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Jane Hansen Hoyt
Presidenta/Directora Ejecutiva
Aglow International
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P.S., Sabemos que estamos celebrando nuestro aniversario 55 en el 2022. Por favor celebren con nosotros al donar $55 o múltiplos de $55, al estirar Aglow sus estacas para alcanzar a las 222 naciones.